Corta la pechuga de pollo en cubos (es 1 pechuga de unos 270 g).
Pica la cebolla (50 g) en dados pequeños. Sofríela en aceite durante unos minutos hasta que adquiera un bonito tono dorado.
Añade los cubos de pollo y comienza a dorarlos.
Sazona con sal y pimienta al gusto. Machaca y agrega 1 diente de ajo.
Vierte 200 ml de nata y deja que espese lentamente.
Hierve la nata para que quede suave y cremosa.
Montaje. Con un tenedor, afloja la pulpa de la batata asada. Después, con una cuchara, haz huecos donde colocarás el pollo con nata.
Rellena las dos mitades con la mezcla de pollo; la cantidad es perfecta para cada “barquita”.
Cubre con queso rallado. Ajusta la freidora a 180 °C durante 5 minutos y luego sube la temperatura a 200 °C con función superior para gratinar el queso durante 5 minutos más.
Tras 5 minutos a 180 °C, la batata tendrá este aspecto.
Después de otros 5 minutos a 200 °C, notarás que las batatas están doradas y bien cocinadas.
Sirve y ¡buen provecho! Es un plato muy saciante; una batata es perfecta para una persona.