Prepara un cuenco con agua fría. En cuanto estén listos los huevos, los sumergiremos ahí para facilitar el pelado.
Coloca los huevos en la airfryer previamente calentada. Asegúrate de que los huevos estén fríos (recién sacados del frigorífico). Programa tu airfryer a 170 °C durante 7 minutos.
Cuando acabe el tiempo, retira los huevos con cuidado usando una espátula (la cáscara estará muy caliente). A continuación, pásalos al cuenco con agua fría que habías preparado. Déjalos reposar 2-3 minutos.
Pela los huevos. Notarás que la cáscara se desprende con facilidad. Además, verás que el interior está más suave, ideal para un buen Huevo blando.
Córtalos por la mitad y descubrirás una yema fluida y cremosa. ¡Que aproveche!