Utiliza nata para cocinar lo más espesa y con mayor contenido de grasa que puedas conseguir. Con 200 ml bastará para las patatas. Sazónala con sal y pimienta, y añade, al gusto, un poco de nuez moscada rallada (la nuez moscada complementa muy bien el sabor de las patatas). Incorpora también ajo en forma de granulados y una cucharadita de tomillo seco.
Distribuye la mezcla de nata sobre las patatas y cebollas en el molde.
Coloca el molde en la cesta de la freidora de aire y programa 15 minutos a 160 ºC.
Tras los 15 minutos, las patatas aún no están completamente cocidas. Vuelve a introducir el molde por otros 15 minutos a 160 ºC (haciendo un total de 30 minutos a esta temperatura).
Cubre el molde con papel de aluminio y aumenta la temperatura a 180 ºC, horneando durante 15 minutos adicionales.
Retira el papel de aluminio, espolvorea parmesano recién rallado y regresa el molde a 180 ºC por 7 minutos para que se dore.
Así es como lucirán las patatas asadas.
Deja que se enfríen un poco y ¡buen provecho!