Corta la cebolla en trozos pequeños.
Tritura los 2 dientes de ajo.
Cuece las lentejas. Si utilizas lentejas en conserva, vierte su contenido en un cuenco y escurre el líquido previamente.
Coloca las lentejas cocidas en un procesador de alimentos, pero no las tritures demasiado; está bien que queden algunas enteras.
Pon todos los ingredientes en un cuenco. Añade a las lentejas la cebolla picada, el ajo triturado, el huevo entero, el manojo de perejil fresco, el pan rallado, la cucharadita de comino molido y sazona con sal y pimienta al gusto.
Mezcla bien hasta obtener una masa uniforme.
Forma bolitas de 50-60 gramos. Con esta cantidad, suelen salir 12 croquetas de lentejas.
Rebózalas con panko. Si no tienes panko, puedes usar pan rallado normal. Aplana un poco las bolitas y colócalas en la cesta de la freidora de aire.
Rocía la cesta de la freidora con aceite en spray (o úntala con un pincel) y coloca las croquetas dentro. Programa 180 °C durante 15 minutos y, al final, sube la temperatura a 205 °C durante 5 minutos para dorarlas.
Así se verán tus croquetas de lentejas después de la cocción.