Los muslos de pollo con miel y chile son un plato muy popular entre quienes disfrutan de los sabores picantes y de la mezcla inconfundible entre lo dulce y lo picante.
La miel aporta un toque dulce, mientras que el chile añade un punto picante que resulta en una combinación de sabores muy equilibrada. Además, la miel suaviza ligeramente el picor, realzando los matices del pollo sin llegar a tapar el sabor de la carne.
A mí me gusta marinar el pollo con antelación para que quede aún más sabroso. Al final, se obtienen muslos tiernos, jugosos y perfectamente cocinados, sin llegar a resecarse.
Muslos de pollo con miel y chile en la freidora de aire temperatura y tiempo de cocción
- En primer lugar, programa la freidora a 160 ºC y cocina los muslos de pollo durante 20 minutos.
- Después, dales la vuelta y cocínalos 5 minutos más para que se doren ligeramente.
Consejos extra para preparar muslos de pollo con miel y chile en la freidora de aire
- Cuando se cocina carne con hueso en la freidora de aire, resulta muy eficaz marinarla la noche anterior. De este modo, el pollo queda mucho más tierno y jugoso. Si no marinas la carne, existe una gran probabilidad de que se reseque y pierda sabor.
- Otro punto importante es hacer un corte a lo largo del hueso (por ejemplo, en la parte inferior o superior del muslo) para asegurarte de que se cocine por completo, sin zonas crudas o con restos de sangre.
- En esta receta, puedes ajustar la cantidad de miel y chile al gusto, según prefieras un toque más dulce o más picante.
- No te alarmes si, transcurridos los primeros 20 minutos (al voltear la carne), ves los muslos algo oscurecidos. No están quemados; la miel se carameliza y adquiere un tono más oscuro, pero de sabor quedarán perfectos.
- Al darles la vuelta, comprobarás que la parte inferior de los muslos (la parte con piel) también se ha dorado bien. Yo los dejé 5 minutos más a la misma temperatura para que quedaran más crujientes.
- En la imagen (más abajo) podrás ver lo bien que se cocinan, quedando jugosos y tiernos incluso tras 25 minutos de cocción.
- En esta ocasión, los he servido con bulgur y verduras, aunque también van genial con una ensalada o con patatas al estilo “steak”. ¡Buen provecho!

Muslos de pollo con miel y chile en la freidora de aire
Ingredientes
- 3 muslos de pollo parte inferior
- 2 cucharadas de miel
- 0,5 cucharadita de chile molido
- Zumo de medio limón
- 1 dl de aceite girasol u otro aceite vegetal
- 1 diente de ajo
- 0,5 cucharadita de sal
- 0,5 cucharadita de pimienta negra molida
Elaboración paso a paso
- La noche anterior, prepara los muslos de pollo. Lávalos bien y retira los tendones si fuera necesario.
- Como comenté, conviene hacer un corte a lo largo del hueso antes de marinar.
- Ahora, vamos a preparar el adobo. En 1 dl de aceite, ralla el diente de ajo.
- Añade 0,5 cucharadita de chile molido (ajusta la cantidad según el nivel de picante que prefieras).
- Exprime el zumo de medio limón y añádelo a la mezcla.
- Así obtendrás una mezcla de aceite, limón, chile y ajo.
- Agrega las 2 cucharadas de miel (yo he utilizado miel de flores).
- Echa la sal.
- Añade la pimienta negra molida.
- Para un extra de color y sabor, puedes añadir una cucharadita de pimentón dulce (opcional).
- Mezcla todo bien hasta que se integre por completo. Este será el adobo.
- Vierte el adobo sobre los muslos de pollo y masajea la carne para que se impregne bien.
- Guarda los muslos en un recipiente hermético y déjalos reposar en la nevera toda la noche.
- Al día siguiente, saca el pollo del frigorífico mientras se precalienta la freidora de aire. Rocía o unta con aceite la cesta para evitar que se peguen.
- Coloca los muslos en la cesta y programa 160 ºC durante 20 minutos.
- Pasados 20 minutos, los muslos se verán con la miel caramelizada en la superficie.
- Dales la vuelta; la parte de la piel también estará bien dorada. Déjalos 5 minutos más, a la misma temperatura (160 ºC), para que se terminen de dorar.
- Al abrirlos por la zona del hueso, comprobarás que la carne está perfectamente cocinada, tierna y jugosa.
- ¡Listos para servir! ¡Buen provecho!